A la horror vacui, se persigue simbolizar la búsqueda y el encuentro de verdades en espacios ensamblados, representando la obtención de unidad a partir de un interjuego entre aceptación e integración. Se consigue representar enlaces corporales por medio de un puzle humano, en el cual todos los espacios son habitados por la corporalidad, independientemente del sexo, género, forma y, demás características que suelen tomarse como aspectos diferenciadores entre lo socialmente categorizado como masculino y femenino.